Ahora que por fin se ha descubierto vida inteligente en el estropajo de cocina (lo siento, Marte), he decidido que es buen momento para volver.
«¡Vida inteligente y manifiestamente activa!», me he dicho, «eso son miles de potenciales activos seguidores con comentarios y críticas inteligentes!!»
Un chollo así no se ve todos los días.
Y entonces me ha dado por pensar en todas las formas de vida microscópica (2 años dan para pensar en muchas tonterías): microorganismos que, al ser imperceptibles, tendemos a considerar insignificantes, inútiles y hasta innecesarios.
No, no me refiero a los profesores de gimnasia.
Pienso en esa bulliciosa microbiota que habita y florece en nuestros cuerpos y en los miles de virus y bacterias que respiramos sin darnos cuenta. Por ejemplo, ¿alguien ha pensado cómo sobrevive el virus del resfriado mientras está en el aire, antes del contagio? ¿va simplemente flotando por ahí, como un astronauta en el espacio, chocando contra paredes y puertas? ¿aguanta la respiración? ¿durante cuánto tiempo? ¿1 semana, 1 mes?¿¿eternamente?? ¿o se muere de hambre, de sed y de aburrimiento al cabo de un rato?
¿Mantendrán conversaciones como esta?:
-Bufff, está vez ha ido por los pelos…
-¿Pero por qué hemos esperado tanto? ¿por qué no hemos entrado en el primer huésped? ¡¿¿no veías que no paraba de hacerte señas??!
-¿Estás loco? ¿tú has visto lo cachas que estaba ese tío? sus glóbulos blancos nos habrían despellejado en 0,3 segundos.
-Mira, lo único que digo es que soy demasiado viejo para este tipo de vida…
-Vale, escucha: terminamos este trabajo y nos retiramos, ¿conforme?
-¿Prometido?
-Prometido
-Hecho
-Hecho
Alguno dirá que la microbiota no es el problema, sino la macrobiota. Especialmente cuando la macrobiota de turno no respeta el orden de cola en el supermercado.
Hay macrobiotas para dar y tomar: las hay que nunca recogen los excrementos de su perro, aunque su perro esté aliviándose en tus mismísimos zapatos. Hay macrobiotas (normalmente de tipo adolescente) que van por la calle escuchando música a todo volumen, como si creyeran que su vida es una película y tuviera que irles siguiendo la banda sonora todo el rato.
Hay también una alarmante proliferación de macrobiota amarilla extendiéndose por una zona muy concreta de nuestra geografía. Aunque su tenacidad y obstinación son admirables, su nivel de inteligencia es, cuanto menos, discutible.
Definitivamente, hay macrobiota a la que le convendría leer un libro de vez en cuando. O viajar. O simplemente salir y conocer gente.
Pero hay esperanza. Y como siempre, viene de la mano del mejor amigo del hombre: el chocolate (*)
Este no es un bizcocho cualquiera: es un delicioso bizcocho-palíndromo con chocolate y galletas de chocolate tanto en el relleno como en la cobertura exterior. Me gusta la idea de combinar bizcocho y galletas (el colmo de un goloso) y el resultado es impresionante.
Mis galletas favoritas son las de chocolate (atención a éstas) pero pueden utilizarse galletas con frutos secos, carquinyolis con cardamomo y vainilla, galletas rellenas de higo, galletas rellenas de mermelada, galletas rellenas de crema de naranja, galletitas de chocolate, café y brandy…
O una mezcla de varias.
No me gusta utilizar ralladura de limón cuando el bizcocho lleva chocolate, por eso aromaticé la masa con vainilla. Pero la naranja sí combina muy bien con el chocolate, así es que en invierno puede sustituirse la vainilla por ralladura de piel de naranja, o incluso emplear ambos.
Como esta es la receta básica de bizcocho de yogur, es importante utilizar una buena unidad de medida: por mi experiencia, con los yogures habituales de 125 gr no se consigue un bizcocho así de grande. Algunas marcas de yogur griego incluso vienen en raquíticos envases de 115 gr, y a menos que se emplee un molde bastante pequeño, el bizcocho también quedará raquítico. Cuanta mayor sea la medida que empleemos, lograremos un bizcocho más alto y con un copete más espectacular. Recordad que habrá que ajustar la cantidad de huevos. Las proporciones de la receta funcionan perfectamente y el resultado es sensacional para las dimensiones del molde indicadas.
Ingredientes (para un molde rectangular de 25x11cm):
Ingredientes para el bizcocho:
* 1 medida de yogur griego (yo he utilizado una medida de yogur de 155 gr)
* 4 medidas de harina con levadura incorporada
* 1 ½ tagatosa (o 3 medidas de azúcar)
* 1 ½ aceite de girasol suave
* 5 huevos grandes
* 1 cucharadita de extracto de vainilla o la ralladura de una piel de naranja
* 20 gr chocolate negro troceado
* 2 galletas de chocolate (yo he utilizado galletas «Virginias» B-San integrales con chocolate y almendras)
Ingredientes para la cobertura:
* 160 gr chocolate negro de cobertura
* 40 gr mantequilla
* 40 gr nata líquida para montar (35,1% mg)
* 2 ó 3 galletas de chocolate (yo he utilizado galletas «Virginias» B-San integrales con chocolate y almendras)