Hay recetas que cuando las lees te inspiran inmediatamente. Son como un flechazo: ¡zas!, en pleno corazón, y la cabeza comienza a trazar cada uno de los pasos, imaginando cazuelas humeantes y el mejor modo de cortar, mezclar y cocinar los ingredientes.
Justo eso me ocurrió cuando leí la preparación de la salsa velouté (del fantástico libro «Cocina»), una reducción de caldo, vino blanco y nata que parecía estar pidiendo a gritos un plato al que acompañar.
Y entonces tuve una visión: pollo. Pollo troceado. Un plato hondo lleno de pollo. Champiñones salteados. Pollo con champiñones salteados cubierto de una cremosa salsa velouté y patatas paja…
Y dicho y hecho, me puse a ello:
Qué placer produce hacer un plato y que salga exactamente como imaginaste. Bueno, luego he descubierto que no es exactamente un plato super-mega-original: se da un aire al buey strogonoff, por lo de la carne salteada con una base de salsa, pero estoy igualmente muy contenta. ¡No se tienen siempre visiones tan suculentas!
En un principio quería utilizar boletus deshidratados (las setitas que se usan en el risotto) pero al parecer todos los supers de mi barrio habían agotado existencias, así es que recurrí a los champiñones laminados.
El resultado es delicioso: la crema es muy sabrosa y los solomillos de pollo adobados con tomillo y ralladura de limón, quedan muy jugosos. Las patatas paja aportan la nota de color.
Creo que es un plato muy completo que os va a encantar.
Ingredientes (para 4 personas):
* 800 gr solomillos de pollo
* 50 gr champiñones laminados
* ralladura de piel de limón
* sal, tomillo y pimienta negra molida
* una patata grande
* aceite de oliva virgen extra
Ingredientes para la salsa velouté (300 ml):
* 12,5 gr mantequilla
* 4 chalotas picadas
* una cucharadita de tomillo seco
* 300 ml vino blanco seco
* 50 ml vermut (yo utilicé brandy)
* 375 ml caldo de pollo
* 375 ml nata líquida ligera (18% m.g.)
* una pizca de sal o pimienta
Para la salsa velouté he seguido paso a paso las indicaciones del libro «Cocina» (capítulo «Salsas y aliños», de Paul Gayler), con dos únicas variaciones: he añadido una pizca de sal y he batido la crema al final (en lugar de colarla) para aprovechar todo el sabor de las chalotas.
La salsa en sí no tiene ninguna complicación, sólo lleva tiempo porque hay que dejar reducir los ingredientes.
Comenzamos derritiendo la mantequilla en un cazo y sofriendo las chalotas picadas bien finas con el tomillo seco, hasta que comiencen a cristalizar.
Añadimos el vino y el brandy o vermut y lo llevamos a ebullición.
Bajamos el fuego y dejamos que hierva hasta que se reduzca en dos terceras partes (unos 25 minutos)
Añadimos el caldo de pollo, removemos bien y subimos el fuego para llevarlo de nuevo a ebullición. Lo dejamos hervir a fuego fuerte unos 20 minutos o hasta que reduzca a la mitad.
Vertemos la nata líquida, mezclamos bien y dejamos que hierva a fuego lento hasta que espese, removiendo de vez en cuando.
La textura final ha de ser muy similar a la de una salsa besamel.
Cuando esté lista, vertemos la crema en un bol y lo pasamos por la batidora para que quede bien fina.
Reservamos.
Mientras preparamos la salsa podemos hacer simultáneamente el pollo, aprovechando los tiempos de espera entre reducción y reducción.
Comenzamos cortando los solomillos en trozos no demasiado pequeños. Los aderezamos con sal, pimienta, tomillo y un poco de ralladura de limón.
Los sofreímos a fuego vivo en una cazuela con aceite de oliva virgen extra hasta que estén blancos. He preferido no dorarlos para que la carne no se resecara y estuviera más jugosa.
Cortamos los champiñones en láminas muy finas y los añadimos al pollo. Removemos bien y dejamos que se frían unos 5 minutos hasta que se oscurezcan.
Por último, cortamos una patata grande en lascas finas (con ayuda de un rallador o un cuchillo) y las cortamos en tiras muy finas. Las freímos en abundante aceite de oliva y las dejamos sobre un papel de cocina absorvente.
Para montar el plato sólo hay que colocar los pedazos de pollo y cubrirlos con la salsa velouté y las patatas paja.
Bueno, las patatas no me salieron muy «paja», pero es que tenía 3 fuegos encendidos a la vez, una cámara en la mano y el reloj marcando las 14h… ups!
Para acompañarlo, una ensalada verde y un vinito blanco.
Y la digestión sin prisas… 😉
Tiempo aproximado: 50 minutos
Dificultad: baja
What a delicious chicken dish, I like the mushrooms here!
Que delicia por favor, con lo que me gusta el pollo! la verdad que la receta está para pasarle el pan al plato y no dejar NADA!
besos
Estoy alucinada…esto es belleza hecha comida, bella, bella, me rindo hoy en la delicia de los sabores tu receta 😉
Beso.
Qué bueno, Helena!!!! Justo ayer comí pollo guisado con setas también, aunque con otra salsa 😉 Pero para la próxima probaré esta versión tuya, se ve maravillosa!!!
Besos y feliz semana!
Que pinta más buena Helena! Desde luego que me la quedo, estoy harta de comer el pollo siempre igual. Las patatas no te habrán quedado muy paja pero están preciosas, añadiendo ese toque de color….me encanta!
Si es que todo (dulce y salado), te queda genial. Una idea estupenda mezclar esa salsa con el pollo y los champis. Me gusta.
Un besazo
Se que te gustan los libros pues sorteo 5, igual hay suerte y te llevas uno
Muchas gracias Chelo, no dejes de probar la salsa: está deliciosa!
Acabo de visitar tu entrada y dejar un comentario para el sorteo. Voy a compartirlo porque me parece una estupenda idea 😀
Gracias, guapa, y feliz aniversario!
Besotes
Helena, ¡qué rico! porque no sólo de dulce vivimos esta receta me la apunto, me ha gustado mucho.
per «flechazo» el meu quan veig les teves fotos nena!!! quina passada. molts petonets i enhorabona per la mudança 😉
Me encantan las patatitas, me encanta el pollo y la velouté. Los champiñones… no. No son lo mío, no lo puedo evitar, pero me imagino el plato cambiándolos por unos calabacines, por ejemplo, y tiene que estar de muerte.
Por cierto, el domingo tuve un sarao (cumpleaños muuuuy atrasado) en mi casa y preparé tu pannacotta de chocolate y galletas y madre mía… qué triunfo. No tengo fotos detalladas de la pannacotta, pero hay alguna foto de la mesa donde se ven los tarritos que usé, tengo que fijarme a ver si se ve algo y te la mando 🙂 Muchas gracias por la receta, me la quedo por siempre jamás (la hice con leche de coco… impresionante).
Un besote.
Pues con calabacín me parece que tiene que quedar también estupendo, y el contraste de color bien resultón.
¡Me alegro mucho de que la pannacotta tuviera éxito! ¿verdad que es fácil de preparar y queda deliciosa? el chocolate nunca falla 😀
Muchos besotes!
Por dios Helena, solo leyendo saliba una, como se nota el cariño que le pones, me ha gustado muchisimo la receta, prometo hacerla lo antes posible y sentir lo mismo que tu, se ve exquisita. Besos
Que plato tan hermoso !!!!
Se me ha hecho agua la boca. La foto, la presentación, la receta, …. Me encanta 🙂
Un abrazo.
Hola Helena! Entiendo perfectamente del amor a primera vista con una receta; sin ir más lejos, me pasó no hace mucho con tus flores de pan, ¿te acuerdas?
No puedo decir que haya sentido lo mismo al ver este pollo en esa salsita velouté, pero sí puedo decir que tiene un aspecto muy suculento, y en casa somos muy de pollo. Para mí, es la carne más versátil del mercado.
Un beso.
Menuda pintaza que tiene este pollo con esa salsita. Ahora ya apetecen platos como este.
Fantásticas fotos
Besossssssssssss
Me encanta la receta… Xo me he quedado alucinada con tus fotos!! Y con el post taaaan completisimo!! Me verás más a menudo por aquí!!!
Mmmmm qué bien suena el nombre! Pero esque la pinta es alucinante con esa salsita y acompañado por el crujiente de las patatas.. un plato de lujo vamos!
Un beso
qué pintaza este pollo, creo que no lo he hecho nunca, pero me gustaría tenerlo hoy servido en mi mesa para comer je je.
besos!!
Me encanta tu salsa, mañana mismo la hago y te dejaré saber que tal.
Besos
Por supuesto, Valerie, ya me dirás qué tal te ha salido y qué te parece 😉
Besotes