«Mugis» {Corazones de crema}

 

Ahora que parece que dejamos atrás los peores días de este crudo crudo invierno, presiento la llegada inminente de otro frente de alta actividad muy propio en esta época del año. Lleva asociados corazones, lacitos y purpurinas… ¿sabéis a qué me refiero?
Efectivamente, al tifón San Valentín.

La tontería habitual de esta celebración pseudo-romántica (¿hay algo más poco romántico que la previsibilidad forzada?) me ha hecho pensar en otro tipo de amores a primera vista: no a los del corazón, sino a los del estómago (sí, mi estómago al menos es de un tontuelo muy enamoradizo)
¿Se puede sentir un flechazo por una receta? ¡Sin dudarlo!

Así es que aprovecho la oportunidad para declarar públicamente, sin vergüenzas ni tapujos, mi amor incondicional por estos «Mugis» o lazos de crema que nos preparó la Sra. Hudson en su cocina de «Bake-Street».
Decir que están buenos es quedarse corto…

Vale, es verdad que lo suelo decir mucho, pero esta vez hacedme caso: esta receta es de esas que conviene tener bien guardada. Es un imperdible. Un must. No sólo porque es fácil (increíblemente fácil), es bonita, presentable y está deliciosa, sino porque nos permite iniciarnos (limpia, rápidamente y sin dolor) en el temible mundo de las masas hojaldradas.

La masa de estos mugis es una variación rápida y sencilla de la masa clásica de hojaldre (más larga y laboriosa) y en la que se emplea mucha menos cantidad de mantequilla.
El resultado es una alternativa estupenda al hojaldre comercial: después de esta receta, ya veréis como nunca más volvéis a comprar una masa refrigerada en el super.

Una versión muy parecida la encontraréis en estos extra flaky crescent rolls de «Half Baked Harvest», de los que he seguido algunos pasos.
El proceso no es complicado: 3 pliegues y estirados sencillos con tiempos de refrigerado cortos y una masa fácil de manipular (no es ni excesivamente húmeda ni pegajosa)
Otro punto a favor es que la masa aguanta fresca razonablemente bien, una vez horneada. Eso sí, recién hechos es como más crujientes están, la masa dará perfectamente el pego y os hará parecer unos auténticos profesionales.
No esquivéis los elogios…

Ingredientes (para 10 unidades):
Ingredientes para la masa:
* 250 gr harina de fuerza
* 10 gr levadura seca de panadería
* 1 huevo mediano
* 95 gr leche tibia
* 25 gr tagatosa (o 50 gr azúcar)
* 1 pizca de sal
* 100 gr mantequilla semi-dura
* clara de huevo (para pintar)

Ingredientes para la crema pastelera:
* 500 gr leche entera
* 4 yemas de huevo
* 60 gr tagatosa (o 120 gr azúcar)
* 6 cucharadas soperas rasas de Maizena
* media vaina de vainilla natural
* una monda de piel de naranja

En primer lugar, preparamos la crema pastelera del relleno. Lo más aconsejable es dejarla hecha el día antes, así le damos tiempo a que se enfríe.
Separamos un vaso de leche (200 ml) en los que batimos las yemas de huevo, la maizena y el azúcar (o edulcorante):

Ponemos el resto de leche a calentar junto con la vainilla y una monda de piel de naranja:

Cuando esté caliente (sin que llegue a hervir) la apartamos del fuego y retiramos la piel de naranja (y la nata que hubiera podido formarse) Vertemos encima la mezcla de yemas y removemos bien con las varillas:

Volvemos a colocar el cazo en el fuego (medio-bajo) y removemos constantemente hasta que la crema comience a espesar.
Una vez espesa, la apartamos del fuego y dejamos que se temple. Para evitar que se forme una película sobre la superficie de la crema, la cubriremos con plástico transparente:

Reservamos.

A continuación, preparamos la masa rápida de hojaldre.

En un bol o un recipiente grande, mezclamos todos los ingredientes, excepto la mantequilla:

Con ayuda de un gancho de amasar (yo utilicé la mariposa de la KA pero es más efectivo el gancho) o a mano, amasamos durante 5 minutos o hasta que obtengamos una masa compacta, elástica y bien tersa y lisa:

La masa debe ser un poco pegajosa, pero no dejar restos en las manos. Formamos una bola, la introducimos en un molde tapado con un paño y dejamos que repose en un lugar cálido (por ejemplo, el interior del horno a 30ºC) durante unos 15 minutos:

Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo, volcamos la masa y la estiramos con el rodillo para formar un rectángulo de unos 20cm de ancho y 45cm de largo, aproximadamente. Veréis que la masa se trabaja sin problemas:

En una de las mitades del rectángulo repartimos la mantequilla, dejando un borde libre de un par de centímetros.
Lo más importante: la mantequilla no debe estar blanda ni caliente ni fundida, sino semi-dura. Cortadla en rebanadas delgadas, guardadla en la nevera y sacadla mientras estiráis la masa, así adquirirá la consistencia (firme pero no dura como una piedra) deseada:

Doblamos la masa por la mitad, como un libro, dejando el cierre en el lado derecho:

Estiramos la masa de arriba a abajo con cuidado, utilizando el rodillo, procurando no presionar en exceso para no romperla y formamos un rectángulo:

Plegamos un tercio de la masa, por el lado más corto:

Plegamos el otro tercio encima del primero (así obtendremos una masa en forma de rectángulo con 3 capas):

Forramos la masa con plástico transparente y la introducimos en el congelador durante 10 minutos.
Al cabo de 10 minutos, la retiramos, volvemos a enharinar ligeramente la superficie de trabajo y estiramos la masa de nuevo, en sentido contrario al de los pliegues y dándole siempre forma rectangular.
Volvemos a doblarla en tres pliegues y la congelamos otros 10 minutos más.
Repetiremos la operación una vez mas (en total, 3 veces y 30 minutos en el congelador)
Tras el último turno de congelador, sacamos la masa y hacemos un pliegue final, la envolvemos en plástico y la introducimos en la nevera para que repose hasta el día siguiente (mínimo 12 horas) y así poder trabajar con ella fría (la masa aguanta perfectamente un par de días refrigerada)

Para formar los mugis, estiramos la masa nuevamente hasta obtener un rectángulo de unos 3mm de espesor:

Cortamos tiras de unos 2cm de ancho y unos 30cm de largo, aprox:

Enrollamos cada tira como si fuera un tirabuzón:

Y formamos los corazones, uniendo y sellando los dos extremos de la tira en el vértice superior del corazón:

Colocamos los corazones sobre una bandeja cubierta con papel sulforizado. En total, obtendréis unos 10 corazones, dependiendo del tamaño de las tiras que cortéis:

Rellenamos el hueco central con crema pastelera.
La crema no tiene masa que la sujete por debajo, pero no os preocupéis: se solidifica al hornearse, formando una fina película en la base que sirve de apoyo y no se rompe.
Es otro de esos trucos de magia de la cocina:

Dejamos que reposen en un lugar cálido (dentro del horno, a 30º) durante 1 hora. No doblarán su volumen, sólo se hincharán un poco:

Por último, pintamos la masa con clara de huevo:

Introducimos los mugis en el horno, precalentado a 165ºC (con función ventilador) o a 180ºC (sin función ventilador) y los horneamos durante unos 15 minutos, o hasta que queden bien dorados.
Retiramos la bandeja del horno, dejamos que se templen un poco y los trasladamos con cuidado a una rejilla para que se enfríen completamente.

Crema pastelera, mantequilla, hojaldre… ¿Entendéis mi amor incondicional?

Os animo a que los probéis ya. No esperéis a mañana: poneos ahora mismo a ello. Sacad la mantequilla y los huevos de la nevera, agenciaos una naranja y una pizca de vainilla y no lo dudéis: el resultado merece la pena.

Y como dicen en la tele para asegurarse la fidelidad de la audiencia, estad atentos a una próxima receta preparada con este mismo tipo de masa, pero en un formato sorprendentemente diferente… y delicioso.

 
Tiempo: 2 horas (preparación) + 15 minutos (horneado)
Dificultad: media