Cada vez que me digo «venga, esta semana receta salada, que ya te vale zampar tanto con la excusita del blog»… ¡bumba! me encuentro con la foto de un bizcocho super tentador que no puedo dejar de probar. ¿Otra excusa? Muy probablemente.
Total, que un martes más toca meter barriga, apretarse la falda y poner en práctica esta delicia:
La receta no es mía: la idea (y la culpa) surge de este bonito bizcocho de pasas del blog «Skanios Mintys».
Circulan muchas recetas de bizcochos, todas con variaciones similares de ingredientes y cantidades: los hay que incluyen crema de queso, aceite de oliva, cantidades industriales de mantequilla o la misteriosa buttermilk (como veréis, yo la he empleado y de verdad me pregunto si aporta algo diferente y particular al bizcocho)
Hay recetas que parecen verdaderos tratados de alquimia, calculando el peso de los huevos en gramos y separando cuidadosamente las yemas de las claras (como si el bizcocho fuera a explotar en caso de echar el huevo entero) Las hay que advierten no batir en exceso la mezcla, y otras que indican justo lo contrario (cuanto más aire, más esponjoso) Algunas emplean bicarbonato en lugar de levadura química (las he visto incluso con levadura de panadería), calabacín rallado (ésa la tengo pendiente), nata líquida o yogur.
O sea, bizcochos para todos los gustos.
Después de leerme unas 12 recetas, ésta me pareció la más simple. Además, venía traducida en gramos, lo que evita convertir las dichosas «tazas» (por no hablar de las «medias tazas» y los «¾ de taza») en medidas estándar universalmente aceptadas.
Sustituí las pasas por una ciruela madura (la última tanda de ciruelas que compré hace una semana se estaba echando a perder en la nevera) y cubrí el bizcocho con un glaseado de chocolate blanco (una pequeña licencia golosa de última hora…)
El bizcocho es tierno y muy jugoso, gracias a los tropezones de fruta. La cobertura de chocolate blanco aporta un aroma a vainilla delicioso (además de unos chorretones muy fotogénicos), así es que no seáis tímidos y daros el gusto.
De todos modos, visto el resultado, y pese a toda mi labor de documentación, no encuentro gran diferencia entre esta receta y la del clásico bizcocho de yogur (la de las medidas del vasito -3, 2, 1- que se sabe todo el mundo), así es que he decidido transcribir ambas.
Ingredientes (para un molde rectangular de 25x11cm)
Ingredientes para el bizcocho:
* 300 gr harina con levadura incorporada
* 100 gr tagatosa (o 200 gr azúcar)
* 4 huevos grandes (yo utilicé 5 huevos pequeños)
* 200 gr mantequilla a temperatura ambiente (yo sustituí la mitad de la mantequilla por 100 gr buttermilk ¹)
o
* 1 yogur griego (utilizaremos el vaso de yogur como medida)
* 3 medidas de harina con levadura incorporada
* 1 medida de tagatosa (o 2 medidas de azúcar)
* 1 medida de aceite de girasol o de oliva
* 3 huevos medianos
Resto de ingredientes:
* ½ cucharada de ralladura de piel de limón
* ½ cucharada de ralladura de piel de naranja
* una ciruela pequeña madura
* 160 gr chocolate blanco de cobertura, disuelto en dos cucharadas de leche, y algo más para hacer las limaduras (yo utilicé chocolate blanco «Torras» sin azúcar)
(¹) se obtiene tras verter unas gotas de limón en 100 gr de leche y dejarla reposar 10 minutos
Comenzamos batiendo la mantequilla con los huevos, incorporándolos de uno en uno:
Agregamos el azúcar, o tagatosa y seguimos batiendo:
Incorporamos la ralladura de piel de naranja y de limón:
Tamizamos la harina (para evitar grumos) utilizando un colador, batiendo simultáneamente:
Alternamos la harina con la buttermilk:
Si queremos preparar un bizcocho clásico de yogur, simplemente mezclaríamos todos los ingredientes en un recipiente y los batiríamos con unas varillas eléctricas hasta obtener una crema suave.
Engrasamos y forramos la base de un molde rectangular con papel de horno, dejando que sobresalga por los extremos (de esta manera será más fácil desmoldarlo) y vertemos la crema.
Cortamos la ciruela en trozos pequeños y los agregamos.
Con un tenedor o una espátula, removemos la crema para que la fruta se reparta bien:
Horneamos el bizcocho a 180ºC únicamente con la resistencia inferior, durante 30 minutos.
Encendemos ambas resistencias, bajamos la temperatura a 170ºC y dejamos que se cueza unos 15 minutos más.
Retiramos el bizcocho del horno, dejamos que se temple un poco y lo desmoldamos.
Una vez frío, fundimos las onzas de chocolate blanco en el microondas o en un cazo a fuego bajo, junto con un chorrito de leche (para que el chocolate quede más fluído), y vertemos el glaseado sobre el bizcocho:
Antes de que el chocolate se enfríe completamente, podemos cortar unas limaduras utilizando un simple pelapatatas, y espolvorear el bizcocho.
Este es un bizcocho perfecto para acompañar un café, especialmente porque si lo mojáis unos segundos, el chocolate de la cobertura empezará a fundirse y… mmmmmm!!!
Recordad que como cualquier bizcocho, recién hecho es como está más tierno y esponjoso. Si no lo consumís a los dos días, guardadlo en la nevera para evitar que la fruta del relleno se estropee.
Podéis sustituir la ciruela por una pera o una manzana pequeñas, o por frutos secos (orejones o pasas), si lo preferís.
Tiempo: 30 minutos (preparación) + 45-50 minutos (horneado)
Dificultad: baja
Como me gustan los bizcochos que llevan frutas, quedan tan ricos y humedos y con el toque de chocolate, ya ni te cuento…preciosas fotos!!!
Bss
Gracias Dolores, los bizcochos rellenos de fruta también son mis preferidos. Y el chocolate siempre es un invitado muy bienvenido 😉
Besos
me encanta la receta; sería posible usar ciruelas pasas en lugar de frescas?
Gracias
Un saludo
Por supuesto Silvia: ciruelas pasas, orejones, dátiles… Incluso nueces o guindas confitadas. Si no tienes problemas de azúcar como esta servidora, tienes a tu disposición el amplísimo mundo de los frutos secos.
Saludos 😉
Qué buenísima pinta tiene, Helena. A mí también la conversión 3/4 de taza + 1 /2 tbsp me tiene un pelín hasta el moño 😉
Sé que es una tontería y seguramente cuestión de ignorancia pero siempre que visito tu blog me flipa la de cosas ricas que se pueden hacer (y que haces, de hecho) ¡sin azúcar!
Feliz semana 🙂
Gracias, me alegra comprobar que no soy la única lost in translation 😉
Se pueden hacer muchas recetas sin azúcar, aunque bastantes menos de las que me gustaría (cómo querría poder usar miel!!!)
Feliz semana a ti también
Uhmmmmmm que bueno este bizcocho. Yo me apunto a un trocito pero todavía me resisto y meterme en la cocina.
Bss
Ya veo que ultimamente estás más en modo «química» que en modo «cocina» 😀
De todas formas, no hay que dejar pasar un buen bizcocho, ya sabes.
Besotes
Jjajajajaajajajaja, que bueno lo que me cuentas!. Es verdad que parecen tratados de alquimia, como si fueran a explotar!!!!! jajajajaj, vamos lo que me he reído con tu entrada, más aún sabiendo que yo mañana publico un bizcocho, y este «agárrate a los machos» lleva agua!, como lo oyes, y es el bizcocho más esponjoso que he probado. En fin mi querida Helena, me llevo tu receta, que los bizcochos con frutas me gustan a rabiar y si encima tiene esos chorretones tan requetebonicos ni te cuento.
Un besazo grandote y a pasar buen fin de semana! Muack
Hola, Helena !
Me trajo hasta aquí la reseña que nos dejó Chelo en su entrada del bizcocho de agua. Y qué grato visitarte. Esta torta/bizcocho de ciruelas se ve deliciosa, ¡estaré ansiosa a que lleguen las primeras para probarlo tal cual! Me encanta poder aprovechar/usar frutas en las tortas, quizá porque expía un poco la culpa ante tanta cosa dulce. Además, tus fotos y la puesta en escena en general, son preciosas y aportan mucho, sin dudas. Un gusto haberte conocido.
Por dios que cosa más apetecible !!! me ha encantado de principio a fín. Besos
Me había perdido ese precioso post!!
Que pinta! Me encantan las ciruelas..lo tengo que probar!
un abrazo!