Cuando era pequeña me encantaba el invierno y la Navidad. A medida que me voy haciendo mayor, me fastidia más el invierno (esa macro-estación del año que en Coruña dura desde Octubre hasta Abril) y me gusta cada vez menos la Navidad.
Pero siempre, siempre, he odiado las noches de Fin de Año.
Sin ánimo de parecer esnob, no me van las galas televisivas enlatadas, ni los programas de humor, ni los refritos pseudo-periodísticos que se empeñan en repasar «los mejores momentos del año», ni las dichosas campanadas con sus dichosas uvas (una superstición colectiva con excelente campaña de marketing)…
Quizá deberíamos plantearnos el último día del año como el fin de una película: salen los títulos de crédito, se encienden las luces, te levantas de la butaca y durante el camino de vuelta a casa reflexionas sobre si la peli ha estado bien, regulín, o si, directamente, has tirado a la basura el dinero de la entrada y las palomitas y una buena parte de tu tiempo que podrías haber dedicado a algo más productivo.
Si me pongo a pensar en mi película del año, y dejando de lado el tema personal (eso queda en manos de mi psiquiatra o de mi abogado, según se tercie), desde un punto de vista estrictamente culinario, me han quedado muchas recetas en el tintero. Me hubiera gustado preparar una preciosa masa de hojaldre en forma de árbol de Navidad, o estrenarme con un lomo asado a las finas hierbas (las finas hierbas siguen esperando, muy dignas ellas, en el armario de la cocina…)
Las ganas continúan, así es que espero poder traeros más y (mucho) mejores recetas el año próximo.
¿Seguiréis por aquí para verlas?
Perfecto, eso quería oír 😉
Para empezar (o para acabar), la receta de hoy es deliciosa y sencilla, pese a que lo de mousse suena a cosa difícil (todas las recetas con nombres en francés parecen largas y complicadas, como el soufflé, los macarons o los inevitables croissants)
Pero, ojo, este postre no es difícil, y luce así de impresionante:
La receta-base para la mousse de chocolate se la debo a las clases de cocina (dinero bien invertido) y es simplemente deliciosa.
Lo que hace especial esta mousse es la cobertura que la corona, que, dicho sea de paso, es casi de mi propia cosecha (digo «casi» porque está prácticamente calcada de aquí): una crema de turrón de Jijona (alias turrón del blando) mezclada con nata y queso mascarpone.
Hey, ¿alguien dijo que este postre iba a ser light??
Estuve dándole muchas vueltas a la proporción correcta de turrón y mascarpone para que la crema no fuera excesivamente empalagosa pero conservara el sabor inconfundible del turrón. Creo que las cantidades de la receta son perfectas: es dulce pero sin pasarse, conserva ese bonito tono dorado del turrón y la cremosidad característica del mascarpone.
Ah, y está buenísima.
Como excusa para dar salida a los excedentes de turrón, me parece perfecta. Como postre para presentar a la mesa esta noche o el día de Año Nuevo, también me parece perfecta.
Y como puro y simple capricho, sin más pretextos ni explicaciones, es insuperable 😉
Ingredientes (para 8 personas)
Ingredientes para la mousse de chocolate:
* 200 gr chocolate para postres (yo utilicé chocolate «Valor» sin azúcar)
* 50 gr mantequilla
* 50 gr nata líquida para montar (35% mg)
* 35 gr tagatosa (o 70 gr azúcar)
* 6 claras
* 3 yemas
* un chorrito de zumo de naranja
* un chorrito de Cointreau o licor de naranja (opcional)
Ingredientes para la crema de turrón:
* 130 gr nata líquida para montar (35% mg)
* 100 gr turrón de Jijona (y un poco más para espolvorear) (yo utilicé turrón «Virginias» sin azúcar)
* 160 gr queso mascarpone
En primer lugar preparamos la mousse de chocolate.
Sseparamos las claras de las yemas de huevo y, en un recipiente bien frío (mejor de metal o de cristal), montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal:
Tapamos el recipiente y lo guardamos en la nevera.
A continuación, preparamos la base de chocolate.
Para ello, calentamos a fuego bajo el chocolate troceado, la mantequilla y la nata líquida, removiendo constantemente con unas varillas hasta que se deshaga con completo. También podemos mezclar todos los ingredientes en un bol de plástico y calentarlo en el microondas, a media-baja potencia, durante unos 50 segundos:
Tanto en el caso del cazo al fuego como del microondas, tendremos mucho cuidado de no quemar el chocolate. Es preferible retirar el cazo o sacar el recipiente del microondas antes de que el chocolate se funda del todo y terminar de deshacerlo con el calor del propio chocolate, batiendo la mezcla con las varillas o una espátula:
Es importante que no nos quede ningún grumo:
Dejamos que el chocolate se temple y reservamos.
En otro recipiente a parte (ojo, vamos a necesitar una buena colección), mezclamos las yemas de huevo, el chorrito de Cointreau (opcional), el zumo de media naranja recién exprimido y el azúcar:
Con ayuda de unas varillas eléctricas, batimos a máxima potencia hasta obtener una crema densa y bien espumosa:
Incorporamos poco a poco las yemas en la crema de chocolate, removiendo al mismo tiempo:
Batimos bien los ingredientes hasta que las yemas queden perfectamente incorporadas:
Retiramos las claras montadas de la nevera y las añadimos a la crema de chocolate:
En este punto es donde todas las recetas dicen eso de mezclar las claras con mucho cuidado y movimientos envolventes para que no se bajen. Nunca he sabido muy bien qué es un movimiento envolvente, pero creo que se refiere a remover la mezcla en círculos, con suavidad y lentamente (lo contrario a batir a unos huevos para preparar una tortilla…)
Esto nos llevará unos minutos porque hay que hacerlo con cariño hasta que las claras estén perfectamente integradas con el chocolate:
Vertemos la mousse en vasitos de cristal (yo reutilizo los vasitos de yogur de «La Lechera», que por tamaño y ración son perfectos) sin llenarlos hasta arriba del todo (dejaremos un dedo libre para decorarla con la crema de turrón):
A medida que vayamos rellenando los vasitos, es muy importante comprobar que la mousse está bien nivelada (limpiad las manchas de chocolate de las paredes del vasito, para que quede más presentable) y que no quedan burbujas de aire. Para eso, golpead suavemente la base del vasito sobre la encimera (colocad un paño de cocina para que el cristal no se rompa…) Si os fijáis, es el mismo método que emplean los buenos baristas para eliminar las burbujas de aire de la jarrita de leche caliente.
Guardamos los vasitos de mousse en la nevera un mínimo de 2 horas para que se cuajen.
Mientras la mousse se enfría, preparamos la crema de turrón.
En un cazo o en el microondas calentamos la nata líquida (no debe hervir) Cuando esté caliente, retiramos el cazo del fuego y añadimos el turrón que habremos desmigado con los dedos. Mezclamos el turrón con unas varillas hasta que se diluya en la nata:
Dejamos que la crema se enfríe ligeramente y reservamos.
En un recipiente limpio (os dije que íbamos a necesitar la vajilla entera) mezclamos el queso mascarpone y la crema de turrón:
Cuando la crema esté bien ligada, tapamos el recipiente y lo dejamos enfriar 45 minutos en la nevera:
Cuando la crema esté fría, rellenamos con ella una manga pastelera y, utilizando una boquilla de estrella, decoramos los vasitos de mousse de chocolate:
Podemos llevarla directamente a la mesa o refrigerarla antes de servir. En el último momento, espolvorearemos el mascarpone con un poquito de turrón en polvo.
¿Qué me decís? ¿La cosa pinta de fiesta o no?
No sólo pinta de fiesta, ¡pinta de matrícula de honor!
Esta mousse es difícil de superar, aunque siempre mejora si la acompañamos de unas galletas o de unas neulas rellenas de turrón.
Mmmmmmm….
Creo que no hay mejor forma de empezar o acabar el año.
¡Feliz 2016!
Tiempo: 45 minutos (preparación) + 2 horas (refrigerado)
Dificultad: baja
Aún con el empacho de anoche y sólo de verlos ya me apetece, lo mío es vicio jiji
Feliz año!
Gracias Rosa. Yo me he zampado una mousse hoy de postre y no sabes deliciosa que está! ;-D
Feliz Año Nuevo!
Este fin de semana vienen a casa unos amigos muy especiales y voy a sorprenderles
con esta magnífica receta. Muchas gracias
Espero que us agradi a tots! És molt fàcil de fer, ja ho veuràs.
Bon profit i moltes gràcies a tu!