Esta semana es mi cumpleaños.
No vamos a entrar en el espinoso tema de las edades (en realidad cumplo 40 primaveras, con sus otoños, veranos e inviernos), aunque lo estoy llevando con mucha dignidad.
Total, ¿qué significa 40? Pues que el contador se pone en el 4, que para eso son los contadores (si viviéramos un número infinito de años no habría necesidad de contar nada, y además sería una pérdida enorme de tiempo, pese a tenerlo en cantidades infinitas…¿!!?)
¿Que estoy a las puertas de convertirme en una señora cuarentona con «líneas de expresión» (léase «arrugas») y tendencia a un ligero sobre-ensanchamiento del «contorno abdominal»? (léase «michelines, culo y cartucheras») Chicos, hay que asumirlo porque al final, por mucho que lo intentemos evitar, todos acabamos convirtiéndonos en nuestro padre o nuestra madre (la naturaleza tiene formas de venganza muy crueles…)
Hace unos días estuve pensando en posibles tartas de cumpleaños. Por supuesto, en tartas de chocolate. Rellenas de mousse de chocolate. Con (doble) cobertura de chocolate. Y de 4 pisos. Pero sin velas (al que traiga 40 velas se las hago tragar)
Lo de la tarta me pareció una muy buena idea durante casi 3 minutos y medio (lo que tardé en comprobar que ninguno de mis pantalones tiene la cintura elástica, lo que quizá sea muy estiloso, pero es muy poco práctico)
Así es que aquí estoy, pensando en cómo enfrentarme a ese número 4 (no se vale: ¿ellos son 4 y yo 1???) con algo menos de 7.800 calorías en el estómago.
Y entonces, voilà! (porque quien viene al rescate es un blog francés), el fantástico Dorian Nieto apareció con esta deliciosa receta, a medio camino entre un hojaldre relleno, una pizza trenzada y tarta salada.
Da igual cómo se llame, el caso es que es bonita y exquisita:
La receta no es difícil, pero tiene su aquél. De hecho, yo la tuve que repetir.
El intríngulis (que no supermegacomplicación) es trenzar y sellar correctamente las tiras de hojaldre para que, al inflarse la masa en el horno, no se separen y se abran. Si la masa se hincha y se abre (y esa es una costumbre muy irritante del hojaldre), la trenza estará igual de buena, pero no quedará muy presentable (en gastronomía, por desgracia, las expresiones «estar bueno» y «tener buen aspecto» no son equivalentes)
Lo ideal sería preparar la trenza con masa de hojaldre auténtica (esa con tropocientos kilos de mantequilla y 37 horas de reposos y pliegues), pero si no tenéis paciencia (levanto la mano la primera), podéis optar por la «receta-para-cobardicas» (o «receta-para-gente-práctica-con-mejores-cosas-que-hacer-un-sábado-por-la-tarde-que-pringarse-hasta-los-codos-de-mantequilla», según se mire)
En mi primer intento, preparé una masa preciosa (de un intenso amarillo, con textura y grosor perfectos) y la fastidié al trenzar. Cómo crecía la puñetera en el horno mientras tomaba un envidiable tonillo tostado. Pues creció y se hinchó tanto, que se desmontó toda (podría decirse que murió de éxito)
Entonces tuve que recurrir a una lámina comercial de hojaldre (paliducha y macilenta, en comparación), que subió bastante menos pero fue más obediente. Sellé las tiras de masa con más cuidado y mantuvo la forma sin problemas.
Consejo: que no os ciegue el hambre y procurad no rellenar excesivamente la masa. Si va muy cargada, no se cerrará bien, no se sellará bien, y se abrirá como una flor.
Ingredientes (para 2 personas):
* 1 lámina de masa de hojaldre (comercial o casera)
* pasta de tomate o salsa de tomate concentrado
* una pizca de orégano seco
* 1 bola de mozzarella fresca
* 5 tomatitos secos
* 5 tomatitos cherry variados (rojos y amarillos)
* un manojo de espárragos verdes frescos
* una pizca de sal y de pimienta negra molida
* 1 loncha de jamón serrano
* 4 hojas de albahaca fresca
* 2 cucharadas de queso parmesano rallado
* un huevo batido (para pintar)
Comenzamos preparando la masa rápida de hojaldre.
Una vez tengamos lista la masa (con sus tiempos de reposo y plegado), la estiramos con ayuda de un rodillo para darle forma elíptica (es fácil: no es más que un rectángulo mal hecho)
Si eso de «tiempos de reposo y plegado» os asusta, dejadme que os convenza enseñándoos la diferencia entre una masa casera y una comercial.
Esta maravilla:
Versus este sucedáneo:
Una vez estirada y con una longitud de unos 40 cm, practicamos cortes en ambos laterales y arriba y abajo con un cuchillo afilado (mejor sin sierra), dejando la parte central libre, donde colocaremos el relleno.
Ojo, no hagáis los cortes al tuntún, sino de forma correlativa para que cada tira del extremo inferior se corresponda con una tira del extremo superior:
Pintamos la masa con puré de tomate concentrado y lo espolvoreamos con orégano:
A continuación, escurrimos la bola de mozzarella fresca y la secamos bien con papel de cocina hasta que no suelte agua.
La cortamos en láminas finas y la repartimos sobre el puré de tomate:
Cortamos los tomatitos secos y los repartimos por encima:
Cortamos los tomatitos cherry y los repartimos de forma armoniosa:
Cortamos el jamón en tiras y las puntas de espárrago:
Agregamos la albahaca picada:
Lo espolvoreamos con queso parmesano rallado:
Y comenzamos desde un extremo cerrando las tiras, procurando sellarlas bien una debajo de la otra, para que al hincharse la masa en el horno, no se abra y despegue:
Pintamos la masa con huevo batido:
Introducimos la masa en el horno, previamente calentado a 200ºC, durante unos 25 minutos (ojo: ¡cada horno es diferente!), hasta que quede bien dorada.
Esta receta me encanta porque no hay que esperar a que se enfríe. Lo suyo es tomarla así, recién hecha, con el queso todavía fundido y bien caliente.
¿Sabéis qué otra cosa me gusta de esta receta?
Que ayuda mucho a la meditación, especialmente después de zampar un buen trozo.
Y ahora mismo necesito toneladas de pensamiento positivo, alquimia espiritual y mucho zen…
Tiempo: 20 minutos (preparación) + 25 minutos (horneado)
Dificultad: media
Moltissimes felicitats, Helena! i sense por als 40! jo acabo de fer 44 (ja veus, no només un 4, dos!!) i estic la mar de contenta 🙂
La trena la faré, per descomptat…
Moltes gràcies, Sònia (per la felicitació i els ànims)! 😀
++petons
Me gustaría saber en qué página puedo comprar TAGATOSA.
Muchas gracias!
Pili,
Yo la compro aquí (no sé de ningún otro sitio):
http://www.mercadiabet.com/19-tagatosa-el-azucar-del-diabetico
+ saludos
Feliz cumpleaños, Helena!!!!!! 40 es una edad preciosa, yo desde que tenía 20, quería cumplir 40, no sé, me hizo muchísima ilusión. En realidad me encanta cumplir años, ese día siempre resulta especial para mí, lo vivo con alegría.
Pues tu trenza se ve riquísima, eso sí, tienes razón, tiene su dificultad el trenzarla, pero lo explicas tan bien que imposible equivocarse. El relleno me parece de diez, delicioso.
un besazo y buen finde
Gracias Isa 😀
Yo soy todo lo contrario: cuando tenía 12 años ni siquiera quería cumplir 15. Nunca me ha gustado que pase el tiempo, que las cosas cambien y hacerme mayor. Seguro que un psicólogo, un psiquiatra o un exorcista tendría un nombre técnico para eso….
Como no hay arreglo, intentaré contagiarme de tu positivismo 😉
Buen finde y + bicos
Tremendo!! Me encanta el hojaldre con tomatitos y queso así que esta versión tiene que ser lo más 😀
Un beso!
Me alegro, Yolanda. Ya me contarás si la haces 😉
Besos
Hace poco alguién me dijo que había que estar agradecidos de poder envejecer, que es un privilegio negado a muchos, y después del viaje a Camboya como que no puedo olvidarme de esa frase.
No conocía tu blog y creo que me quedaré por aqui ¡me has conquistado con este hojaldre! Aunque sea de masa comercial, jajja, (seguro que el primer intento estaba hasta más bueno, aunque fuera más feillo).
Pues nada, enhorabuena por tus 40 y tu blog, son las dos cosas maravillosas.
Gracias por los ánimos! De momento, los 40 se están comportando (cruzo los dedos) Y gracias también por tu visita y amables palabras (qué bien sienta un poco de feed-back!) Espero verte a menudo por mi cocina, y no dudes que pasaré a verte por la tuya 😉
+Besos