Reconozco que la pasta me gusta con litros de salsa: espesa, sabrosa, contundente (de esas que te dejan lamparones imborrables en la blusa) y con muchas (muchasmuchasmuchas) capas de queso fundido…
Sin embargo, hay (breves) momentos de lucidez en los que recapacito y pienso en la cremallera de los pantalones (la dichosa cremallera es mi Pepito Grillo particular)
Hay otras veces en las que no hay tiempo para sofritos largos a fuego lento.
Cuando coincide todo eso (una de cada muchas veces), sacrifico el queso, aparco el sofrito y opto por algo más sencillo:
Uno tiende a pensar que la pasta «viuda» queda sosa. No es el caso de esta receta: los pistachos, el huevo duro, los taquitos de jamón y su chorrito de aceite de oliva le dan una gracia especial. Con tan pocos ingredientes, parece mentira que la pasta quede tan sabrosa.
Ésta es una de esas recetas en las que se cumple la máxima «menos es más». ¿Os acordáis de ese plato de pasta con frutos secos, tomatitos y hierbas? Pues aquí tenéis otra variación, rápida de preparar y muy presentable.
Ingredientes (para 6 personas):
* 500 gr capellini o espagueti finos
* sazonador para espagueti (contiene albahaca, sal, orégano, tomate deshidratado, ajo, cebolla y pimienta negra)
* 180 gr taquitos de jamón curado
* 80 gr avellanas peladas tostadas
* 80 gr pistachos pelados sin cáscara
* 4 huevos medianos
* queso rallado tipo emmental o gruyère
* aceite de oliva virgen extra
* sal y pimienta negra molida
* unas hojas de albahaca o hierbabuena fresca
En una sartén con un chorrito de aceite, salteamos los taquitos de jamón hasta que comiencen a dorarse:
Añadimos las avellanas partidas por la mitad y los pistachos, pelados y sin cáscara:
Removemos bien, bajamos el fuego y dejamos que se tuesten 3 ó 4 minutos.
Reservamos.
Ponemos a hervir los 4 huevos (durante 10 minutos):
Cuando estén cocidos, los cascamos, pelamos y reservamos.
En una olla grande, hervimos la pasta con abundante sal y una cucharadita de sazonador para espagueti.
Por último, sólo queda montar el plato:
Escurrimos la pasta y la espolvoreamos con el queso emmental o gruyère (removemos bien para que el queso se funda), la sazonamos generosamente con sazonador para espagueti, y añadimos el jamón y los frutos secos.
Repartimos encima el huevo duro troceado, añadimos una pizca de sal, un chorrito e aceite de oliva y lo decoramos con unas hojas picadas de hierbabuena o albahaca fresca.
Si, como yo, sois quesoadictos acérrimos, podéis añadir unas cucharaditas de queso en polvo. También se puede sustituir el jamón curado por jamón york o fiambre de pavo. Personalmente, siempre me gusta añadir algo de proteína a los platos vegetales para que sean más completos y equilibrados (de ahí el huevo y el jamón), pero, por supuesto, podéis adaptarlo a vuestro gusto y según lo que tengáis ese día en la nevera.
¡Buen provecho!
Tiempo: 15 minutos (preparación)
Dificultad: baja