Ejem ejem… de nuevo en la brecha.
Dejad que primero me desahogue:
Las vacaciones geniales. En Suecia. 21 días. Árboles y lagos hasta decir basta. Casitas rojas de madera. Millones de mosquitos (con sus correspondientes picaduras) Pateando que da gusto. Casi 5.000 km por carreteras suecas (nos dio tiempo a repasar la discografía completa de Bruce Springsteen y «Lead Zeppelin») Incontables litros de café para llevar…
Pero todo (especialmente lo bueno) se acaba.
Y uno vuelve a sus rutinas, sus despertadores, sus «entendido, jefe, como usted mande, jefe, también encantado de verle, jefe»…
Lo habéis entendido: de nuevo en la trinchera. Hasta las orejas.
A falta de algún narcótico fuerte que nos ayude a hacer más soportable el regreso, lo mejor es entretener la mente con pensamientos agradables.
Mis pensamientos agradables suelen tomar forma de una mousse de chocolate. Gigante. Y si el regreso ha sido especialmente traumático, con cucharada de mascarpone incluida.
Como mi vuelta fue para llorar (y si no, juzgad: hospitalización de 3 días por culpa de mi cabeciña tontatontatonta + pérdida del billete de avión + retraso del nuevo avión + desvío a Santiago a la una de la madrugada…), me entraron unas ganas tremendas de inaugurar esta nueva temporada con un triffle triple de chocolate, crema pastelera, nata montada y mascarpone.
Como soy una buena chica (y después de 21 días fuera, en casa no había ni nata ni mascarpone), opté por algo un poco más ligero, más saludable y no excesivamente aburrido.
Entonces me encontré con este apetitoso Bhartha indio:
El bhartha o bharta es un pisto de berenjenas, cebolla y tomate condimentado con una mezcla de curry, jengibre, comino, cúrcuma, guindilla y clavo. O sea, todo ese popurrí de especias de colores brillantes y olor tan sugerente.
Cuando leí la receta con atención, me alegró comprobar que la berenjena no se fríe (ojo, la berenjena es una auténtica esponja) sino que se cocina al horno, como una sencilla escalivada.
En plena fase de recuperación de mi fantasía con el mascarpone, la ausencia de grasas me hizo sentir mejor.
La receta original sólo contiene verduras, pero quise convertirla en plato único y añadí unos pequeños tropezones de pollo. Unos taquitos de jamón, chorizo o longaniza creo que también le sentarían estupendamente.
El acompañamiento perfecto es una buena ración de arroz blanco hervido (arroz común, arroz basmati o arroz de jazmín), aunque la segunda vez nos lo pulimos con un par de huevos fritos (¿hay algo que no se lleve bien con unos buenos huevos fritos?)
Ingredientes (para 4 personas):
* 1 berenjena grande
* 1 cebolla mediana
* 2 dientes de ajo
* 2 tomates medianos maduros
* 1 ½ cucharadita de jengibre molido
* 2 cucharaditas de curry molido
* 2 cucharaditas de comino molido
* ½ cucharadita de cúrcuma molida
* una pizca de pimentón rojo picante (o guindilla picante)
* una pizca de clavo molido
* 200 gr solomillos de pollo limpios (opcional)
* un puñado de guisantes frescos o descongelados
* sal y pimienta en grano molida
* 400 gr arroz (común, de jazmín o basmati), para acompañar
En primer lugar, cocinamos la berenjena. Puede asarse entera en el horno, a 180º durante unos 45 minutos (o hasta que la piel esté bien arrugada y la pulpa blanda), o puede optarse por la vía rápida (y más eficiente) del microondas.
Para ello, abrimos la berenjena longitudinalmente y hacemos unos pequeños cortes en el interior.
Envolvemos cada mitad, por separado, en plástico transparente y las introducimos en el microondas, a máxima potencia, durante unos 3 minutos:
Transcurrido ese tiempo, si pinchando la pulpa comprobamos que aún está un poco tiesa, la dejaremos un minuto más.
Reservamos.
Vertemos un chorrito de aceite en una cazuela y sofreímos la cebolla y el ajo picados, a fuego medio-bajo, hasta que cristalice:
Añadimos los tomates, lavados y cortados en cubitos (no es necesario retirar la piel) y dejamos que reduzca un par de minutos:
Añadimos todas las especias (excepto la sal y la pimienta) y removemos bien:
Salpimentamos los solomillos de pollo y los cortamos con unas tijeras en trozos muy pequeños.
Los agregamos a las verduras y removemos para que se mezcle todo bien:
Tapamos la cazuela y dejamos que se cueza, a fuego bajo-medio, unos 10-12 minutos.
Mientras tanto, retiramos el envoltorio de plástico de la berenjena y la cortamos en dados. La pulpa estará muy tierna y posiblemente se desmenuce. No pasa nada:
Salpimentamos ligeramente la berenjena y la incorporamos, junto con los guisantes (frescos o descongelados):
Podemos agregar un poco más de aceite si vemos que la berenjena chupa mucho líquido.
Corregimos el punto de sal, si fuera necesario (o agregamos una pizca más de alguna otra especia que nos guste) y dejamos que el pisto se cocine a fuego bajo 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Una vez listo, lo podemos servir solo o acompañado de arroz blanco o unas patatas asadas.
Se pueden incorporar otras verduras, como pimiento rojo, champiñones o zanahorias. Es interesante jugar con el color y la forma de los ingredientes, utilizando tomatitos cherry en lugar de tomate troceado, por ejemplo.
¿Qué os parece? ¿os carga este bharta de energía positiva para encarar el otoño?
Por si acaso, yo tomaré doble ración…
Tiempo: 30 minutos (preparación)
Dificultad: baja
Bienvenilda a la rutina! Pero bueno entre las cosas buenas de la vuelta está que te encuentras con recetas tan sugerentes como ésta. Me gusta mucho la combinación e imagino el aroma de todas esas especias juntas. La tendré muy en cuenta y creo que también la acompañaré con huevo frito.
Un besito,
Angi
Gracias Angi! El arroz está bien, pero donde se plante un huevo frito…. 😉
Besotes
Hola Helena, buenas noches!
Acabo de hacer el pisto para llevar mañana al trabajo y está de muerte. No puse pollo solo las verduras y huele de maravilla.
Gracias por compartir la receta y las fotos estupendas.
Un abrazo,
Vera
Me alegro mucho Vera!
Buen provecho mañana y gracias por pasarte a comentarlo 😉
Besotes