Lo que más me gusta de los carquinyolis (o sus equivalentes italianos, los cantuccini) es que son galletas sin una base de mantequilla (eso permite comer unas cuantas de más sin sentirse tan culpable), muy sencillas, rápidas de hacer y fácilmente tuneables: podemos añadir chocolate de todos los tipos y colores, pasas, frutas confitadas… y el resultado siempre va a ser bueno.
Para estas de hoy no utilicé un tipo concreto de frutos secos, sino que eché mano de una de esas mezclas variadas con un poco de todo que venden en el super (importante: ¡no deben llevar sal!) y las aromaticé con cardamomo y vainilla. Entre el sabor de los anacardos, cacahuetes, nueces, avellanas y el suave matiz del cardamomo, las galletas salieron realmente deliciosas.
La característica principal de los carquinyolis es su doble cocción en el horno: después de dar forma de tronco a la masa, se hornea, se corta en rebanadas o rodajas gruesas y vuelve a hornearse una segunda vez para que se sequen hasta quedar bien doradas.
De ahí que sean más duras que las clásicas galletas de mantequilla, aunque no tanto como para dejarse un diente en el camino. Seguí la misma receta-base que para los carquinyolis con chocolate blanco y la textura es igual de tierna y ligeramente «amazapanada».
Un chupito de vino seco o dulce sienta estupendamente (a las galletas y al cocinero)
No os preocupéis si al cortar las rebanadas la masa se desmigaja un poco: el toque rústico-casero siempre se vende bien.
Además, andar pellizcando migas de galleta por la mesa es realmente entretenido.
Ingredientes:
* 180 gr harina
* una pizca de levadura química de repostería
* 85 gr frutos secos variados pelados, molidos y sin sal (yo utilicé una mezcla de avellanas, anacardos, cacahuetes, coquitos y nueces de macadamia)
* 55 gr tagatosa (o 115 gr azúcar)
* 2 huevos medianos
* ½ cucharadita de cardamomo molido
* una pizca de vainilla natural
* 30 gr nueces troceadas
Mezclamos todos los ingredientes (menos las nueces troceadas) en un recipiente grande, utilizando unas varillas, la paleta amasadora o las manos, hasta obtener una pasta compacta:
Añadimos a la masa las nueces troceadas y amasamos para que se integren bien:
Hacemos rodar la masa con ambas manos para formar un tronco grueso (de unos 3cm de diámetro):
Introducimos el tronco en el horno, precalentado a 175ºC durante 20 minutos.
Lo retiramos del horno y dejamos que se temple lo suficiente para poder manipularlo sin quemarnos los dedos:
Cortamos rebanadas de 1,5cm de grosor, aproximadamente:
Volvemos a introducir las galletas en el horno y dejamos que se cuezan 10 minutos más, hasta que queden bien doradas.
Sacamos la bandeja y dejamos que se enfríen completamente sobre una rejilla.
Si no tenéis cardamomo, incrementad un poco la cantidad de vainilla y listo.
Por supuesto, podéis emplear la combinación de frutos secos que más os guste, incluidos los pistachos (bien pelados y sin sal), que además añadirían un contraste de color muy resultón.
Una vez horneadas, guardadlas en un recipiente hermético para se conserven firmes y no se reblandezcan.
Tiempo: 15 minutos (preparación) + 30 minutos (horneado)
Dificultad: baja
Nunca los he probado y mira que les tengo ganas… Me los imagino crujientes como a mí me gustan las galletas, y encima sanotes al no llevar mantequilla, no se les puede pedir más!
Besos
Me tienes la lista de pendientes llena!!! otra que me llevo
Bss
Me encantan los dulces sin chocolate y esta receta con frutos secos me llama mucho la atención. La probaremos!