Como dicen los Beach Boys en su canción «Summer’s gone», se nos ha acabado lo bueno, chicos.
Lo malo de volver de vacaciones no es solamente encontrarse con que todo lo que guardaste en la nevera se ha echado a perder (sólo sobreviven unas tristes rebanadas de pan de molde, frías y duras como fósiles en un glaciar), que has bloqueado la contraseña del equipo del trabajo (¿otra vez has vuelto a olvidar apuntártela?), o que en tu ausencia has recibido 1.145 notificaciones de redes sociales diversas (querida, asúmelo, nadie más te escribe) a las que, te repites por enésima vez, tienes que desuscribirte (y que encima te han colapsado la bandeja de entrada del correo)
Lo peor de volver de vacaciones es darte cuenta de que el mundo ha continuado sin ti, de que los jefes no se han volatilizado en estas 3 semanas (tampoco te han ascendido en vista de tu irremplazable ausencia, si es eso con lo que andabas fantaseando…), que los buses siguen petadísimos a las 8:00h y la alarma del despertador te perfora los oídos con el mismo pitido insistente que cuando te fuiste.
Es decir: nada ha cambiado. La vida sigue como si nunca te hubieras marchado.
Total, que a los dos de minutos de volver (el tiempo que se tarda en vaciar la maleta sobre la cama), ya te has zambullido en la rutina, el moreno incipiente y desigual (mi melanina trabaja por turnos) se ha esfumado de un plumazo y las vacaciones son poco más que un recuerdo borroso y lejano…
Como estoy en modo re-arranque y aún voy a tardar un poco en recuperar el ritmo perdido (paciencia: cuesta volver a poner en marcha la rotativa), hoy vengo con una receta facilísima (de las de no mancharse apenas las manos), pero muy buena.
Es una variación de la galette de tomates y masa de maíz que ya visteis hace un par de años, en la que he sustituido el queso en crema del relleno por yogur.
¿Resultado? Una tarta más ligera pero igual de cuajada y sabrosa.
El otro día me preguntaban qué tipo de comida me gusta y (descartado el marisco, casi todos los peces, las carnes rojas y los animales que reptan) creo que las tartas de verduras son uno de mis platos favoritos (no es difícil: cualquier cosa que lleve «tarta» o «pastel» en el nombre, tiene mi apoyo incondicional)
Entremos en materia:
Ingredientes (para un molde redondo):
* 1 lámina redonda de masa brisa (comercial o casera)
* 430 gr tomates maduros
* 1 puerro grande
* medio pimiento rojo grande
* 200 ml nata líquida ligera (18% mg)
* 2 yogures naturales, griegos o con bífidus (250 gr)
* 1 huevo mediano
* sal, tomillo, orégano y albahaca
* 4-5 cucharadas soperas de queso rallado tipo parmesano
En primer lugar, cortamos los tomates en rodajas finas, los disponemos sobre una fuente horno, los salpimentamos ligeramente y los asamos hasta que estén tiernos:
Reservamos.
Picamos y salteamos el pimiento rojo en una sartén con un par de cucharadas de aceite.
En cuanto el pimiento comience a dorarse, añadimos el puerro troceado, tapamos la sartén y dejamos que se poche a fuego medio:
Mientras tanto, en un recipiente grande batimos la nata y el huevo con una pizca de sal y pimienta negra molida:
Añadimos los yogures, el queso parmesano rallado y el resto de especias, y lo batimos bien:
Agregamos la verdura, pochada y escurrida:
Recortamos un círculo de papel de horno del tamaño de nuestro molde y forramos la base.
Retiramos la masa de pasta brisa de la nevera y la colocamos en el molde, ajustando bien los bordes.
La espolvoreamos con un poco de queso rallado:
Repartimos las rodajas de tomate asado sobre la base de la tarta y las sazonamos con una pizca de orégano o albahaca:
Por último, vertemos encima el relleno de crema y verduras:
Introducimos el molde en el horno, precalentado a 180ºC, durante unos 30-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el relleno bien cuajado.
Poco a poco irán calentándose los fogones, así es que estad atentos y no olvidéis pasaros por la cocina (no vayáis a perder vosotros las buenas costumbres con la excusa del parón vacacional…)
Nos vemos.
Tiempo: 30 minutos (preparación) + 30-40 horas (horneado)
Dificultad: baja
Por el amor de Dios Helena!!! Pero qué delicia! Quien pudiera tener un trocito para la comida, una porción con una rica ensalada, sería perfecto!!! 😀
Besos preciosa! Paula
Gracias Paula, ¡bienhallada!
😉
Besotes++
Hola Helena, bienvenida a la rutina, cuánta razón tienes, a los dos minutos parece que no nos hubiéramos ido nunca…
Las dos hemos amanecido con una quiché y además que llevan tomate y es que a mi me encantan. Ten por seguro que tu versión me ha gustado mucho y que la haré tarde o temprano.
un besito,
Angi
No es casualidad, Angi: las grandes mentes a menudo coinciden 😀
Ayer vi tu quiche de pollo y tomates y me gustó mucho, es un plato muy completo (ahora que estoy en plan mantenimiento, mejor la pechuga de pollo que los tropezones de bacon)
+ Besotes
Ficou uma quiche linda e com um recheio delicioso
Gostei muito pão que esta ai…..
Boa semana
bjs
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