Eso de hacer los sueños realidad es posible. Os lo garantizo. ¿No os había comentado en la receta de berlinas que llevaba días soñando con una deliciosa explosión de buñuelos de crema y mermelada?
Pues me ha vuelto a pasar. He vuelto a soñar despierta al leer la fantástica receta de Mandy («Lady and Pups»), así es que sus «apple persimmon pies» se han convertido en estas empanadillas fritas de manzana con canela, vainilla y cardamomo:
Yo creo que buena parte de la culpa de tanta ensoñación es de la Semana Santa (a la vuelta de la esquina) y de todos esos dulces que se preparan por estas fechas: sólo hay que escribir en Google «dulces típicos de Semana Santa» (qué fácil nos lo ponen a los golosos) y la pantalla se llena de torrijas, pestiños y buñuelos, por no hablar de las infinitas versiones de Mona (con y sin chocolate, con y sin figurita, con y sin huevos duros…)
Así no me extraña que una cierre los ojos y vea flotar torrijas bañadas en caramelo y hojuelas cubiertas de azúcar.
Total, que si esta no es la época del año en que podemos darnos un capricho, ¿cuál es? (a parte de la Navidad, el cumpleaños, el día del padre/madre, la semana de vacaciones y todos los domingos del mes…)
La receta original utiliza un relleno de manzana y palosanto, una fruta muy carnosa y tierna, de pulpa tremendamente dulce y acuosa. Yo he preferido sustituirla por compota de manzana y evitar el uso de más azúcar, así como de la maizena/harina (que emplea para dar más consistencia al relleno)
De lo que no debéis prescindir, a ser posible, es del cardamomo: aporta un aroma y un sabor sensacional, y el resultado es tan delicioso que cuesta creerse que pueda ser un dulce tan fácil de preparar.
Ingredientes (para 13 empanadillas):
Ingredientes para la masa:
* 113 gr mantequilla fría
* 280 gr harina común
* una pizca de sal
* ½ cucharadita levadura química de repostería
* 8 cucharadas de zumo de manzana muy frío (yo utilicé zumo «Juver» de piña, uva y manzana)
Ingredientes para el relleno:
* 1 manzana grande madura (yo utilizé variedad Golden), 175 gr aprox
* 175 gr mermelada de manzana (yo utilicé mermelada «Helios diet» sin azúcar)
* una pizca de canela molida
* el contenido de ½ vaina de vainilla
Ingredientes para el rebozado:
* 50 gr tagatosa en polvo (o la misma cantidad de azúcar)
* ½ cucharadita de canela molida
* ½ cucharadita de cardamomo molido
Comenzamos preparando la masa de las empanadillas.
Para ello utilizaremos un bol grande en el que mezclaremos la mantequilla fría cortada en cubitos, la harina, una pizca de sal y la levadura química de repostería (también podéis emplear harina con levadura incorporada y evitáis tener que abrir un sobrecito) Deshacemos la mantequilla con los dedos hasta formar una especie de migas bastas (no tiene que ligar):
Agregamos el zumo de manzana cucharada a cucharada mientras amasamos con las varillas eléctricas, hasta que la masa ligue:
Es importante esperar a que la masa absorva todo el líquido antes de añadir más zumo (si nos pasamos, quedará demasiado húmeda y pegajosa y será difícil de corregir)
Ayudamos a que la masa ligue amasando con las manos, hasta formar una bola perfectamente compacta:
Aplastamos ligeramente la masa con la palma de la mano, la envolvemos en plástico transparente y la refrigeramos en la nevera durante un mínimo de 1 hora:
Mientras la masa se enfría, preparamos el relleno.
En una sartén caliente fundimos una nuez de mantequilla y sofreímos en ella la manzana pelada, despepitada, troceada, junto con la canela y la vainilla:
Cuando la manzana comience a estar tierna, agregamos la mermelada de manzana:
Bajamos el fuego y dejamos que se cueza lentamente durante unos 5-8 minutos, hasta que la fruta esté pochada:
Reservamos.
Una vez la masa esté fría, la retiramos de la nevera y la estiramos con un rodillo entre dos hojas de papel sulforizado, hasta dejarla con un grosor de unos 3mm:
Utilizando un cortapastas redondo de 8mm recortamos la base de las empanadillas:
En el centro de cada disco colocaremos una cucharadita de relleno de manzana y compota.
Ojo, no pongáis mucho relleno y no habrá manera de cerrarlas después!!:
Humedecemos con la punta de los dedos los extremos de cada disco y los cerramos, sellando bien los bordes con un tenedor:
Si durante todo este proceso la masa se ha reblandecido un poco, guardad las empanadillas en nevera y esperad 10 minutos a que vuelvan a estar firmes antes de freírlas.
Para freírlas utilizaremos una cazuela alta y suficiente aceite de oliva para que las empanadillas queden sumergidas. El aceite debe estar caliente pero no en exceso (no debe humear) Para comprobarlo podéis echar una pizca de harina: si chisporrotea, está al punto.
Introducimos las empanadillas de 2 en 2 ó 3 en 3 y dejamos que se frían durante unos minutos por cada lado, hasta que estén doradas. Tened en cuenta que el relleno ya está cocinado, así es que con unos pocos minutos en el aceite bastará:
A medida que vayamos retirando las empanadillas fritas con una espumadera, las dejaremos sobre unas hojas de papel de cocina para que se escurra el aceite sobrante.
Y ya sólo queda el toque final: el rebozado.
En un platillo hondo mezclamos el azúcar, la canela y el cadamomo y rebozamos en ellas las empanadillas, aún templadas:
El último paso es el más importante.
Me refiero a degustarlas, por supuesto:
La masa está tierna pero firme y el relleno se deshace en la boca. Son tan jugosas que aguantan un par de días perfectamente sin necesidad de nevera.
Por cierto, si os ha sobrado compota del relleno, no la tiréis: mezclada con yogur está buenísima.
Lo malo de todo esto es que me estoy aficionando a los dulces y masas fritas (ups!)
Para compensaros por tanto despiporre (alguno estará pensando que me he tirado al vicio y echado a perder), también voy a traer una versión más «ligera» de otro dulce-fritanga de lo más típico.
Pero eso será otra semana… No os vayáis muy lejos.
Tiempo: 15 minutos (preparación) + 1 hora (refrigeración) + 15 minutos (montaje) + 3 minutos (fritura)
Dificultad: media
¡De pecado mortal!, una masa frita y con ese relleno!, las hago, las hago, las hago, y las quiero ya!
😀 Deja de soñar despierta y hazlas yaaaaaaa! «Ricas» es quedarse corta…
Besotes
Yo sueño despierta y tanto que estas caerán pronto por mi cocina!! Fabulosas.
Besos!
Tienen una pinta extraordinaria, y con tu paso a paso ya no podemos equivocarnos!
Me acabo de quedar prendada de esta receta! De este fin de semana no pasa 😉
Besos.
Que súper buenas.
Y esa infusión me pierden las hierbas jjjjjjj
Un saludito
Me encanta tu versión con ese relleno de manzana que se vé riquísimo!! Y di que sí, en semana santa está permitido caer en la tentación y comer dulces!! Ya pensaremos en la operación bikini más adelante… 😉
un beso
Ficaram tão lindas e tem um recheio delicioso
Apetece mesmo provar
bjs
Qué maravilla de receta Helena! Solo viendo los ingredientes, manzana, canela y cardamomo, se me hace la boca agua! Una auténtica delicia
Besos
Nunca me han llamado la atención las empanadas dulces pero estas es que tienen una pinta fantástica con esos ingredientes seguro que están para chuparse los dedos.
Bss
Rico, rico, rico xd entre el paso a paso, las fotos y la receta estoy babeando. Estas empanadillas me encantan por aquí las he probado con otros relenos pero sin duda la manzana le quedará estupenda, besos.
Muchas gracias Raquel, me alegro mucho que te gusten. Yo no las había probado nunca y la verdad es que están deliciosas! 😀
Besotes
Hola Helena,
Como siempre una receta con una pinta estupenda y unas fotos geniales.
Te tengo una envidia mortal pero muy sana jejeje por favor dime que antes de presentarnos la receta la tienes que hacer 20 veces hasta que te sale bien.
Por cierto ¿dónde se consigue el cardamomo? super? herbolario?
También me gustaría preguntarte que opinas del sirope de ágave, lo he visto hoy tiene un ig muy bajo.Precio 400ml 5€ aprox.
Un saludo.
Gracias Sergio (no 20, a veces 21!!) 😀
El cardamomo lo compré en una tienda especializada en venta a peso de especias, pero quizá se encuentre en algún gran almacén tipo Carrefour o Corte Inglés. Pese a no ser una especia exótica y rara, tiene poco uso en nuestra gastronomía (una pena, por cierto)
Del sirope de ágave tengo opiniones encontradas (en lo que a diabéticos se refiere) Es verdad que en algún blog sobre diabetes se recomienda su uso (aunque a veces no sé si hablan de diabéticos tipo 1 ó 2), pero, por otro lado, desconfío en general de las melazas y los siropes, aunque aseguren tener índices glucémicos bajos. Yo lo utilicé en un par de recetas, pero lo dejé.
Me tendrás que perdonar, ya sé que no es una opinión fundamentada. Me gustaría saber el parecer de un médico endocrino o un educador de diabetes.
Saludos!