Me gustan todo tipo de galletas, dulces y saladas: las que llevan queso, las que llevan pepitas de chocolate, las rellenas, las danesas (pura mantequilla), las de cereales con un puntito salado, las tostaditas y crujientes, incluso aquellas que llevan varios días dentro de una bolsa abierta y en contacto con el aire empiezan a revenirse (ya os digo que nunca le hago ascos a una galleta) Hasta me gustan las que no llevan sal, ni grasas hidrogenadas ni pizca de azúcar y parecen hechas a base de cartón y serrín prensado. Creo que no hay galleta que haya probado y que no me guste.
Mi problema con las galletas (sospecho que el problema de mucha gente) es el pequeño cargo de conciencia que te queda cuando miras de reojo cómo se ha reducido el volumen del paquete de galletas y a continuación palpas con prudencia tu cintura, cuyo volumen acaba de aumentar exponencialmente (para esto me han servido las matemáticas) de un modo totalmente injusto e inexplicable…
Pues bien, no exagero nada si os digo que las galletas de hoy son la solución a buena parte del problema. ¿Por qué? porque a diferencia de la mayoría de las galletas, no llevan una base de mantequilla sino una base de queso ricotta.
¿Es posible hacer galletas comestibles sin ponernos ciegos a mantequilla? ¡Por supuesto! Es más, no son sólo «comestibles» o «pasables»: son unas galletas sabrosas y riquísimas, de textura quebradiza y masa tierna perfectas para acompañar el té o el café.
Si preparamos nosotros mismos el queso ricotta podemos reducir considerablemente la cantidad de grasas que ingerimos utilizando leche desnatada o semidesnatada. Vamos a necesitar una pequeña proporción de mantequilla para que la masa se compacte, pero si comparáis las cantidades empleadas con las de unas galletas comunes, la diferencia es aplastante.
Encontré esta receta en el libro «Escuela de Postres», de la editorial Larousse, que os recomiendo por la variedad de preparaciones que muestra (mousses y cremas, compotas, tartas, frituras, bollería…) y la calidad de las explicaciones, con fotos paso-a-paso de las que a mí me gustan.
Ingredientes (para 8 personas y 40 galletas):
Ingredientes para la masa:
* 50 gr mantequilla a temperatura ambiente
* 70 gr tagatosa (o 140 gr azúcar)
* 2 yemas de huevo
* 200 gr queso ricotta
* 20 gr almendra molida
* 350 gr harina común
* 1 cucharadita de levadura química para repostería
* una pizca de semillas de una vaina de vainilla natural
Ingredientes para el queso ricotta:
* 400 ml leche entera
* 160 ml nata para montar (35,1% m.g.)
* una pizca de sal
* 1 cucharada sopera de vinagre blanco de buena calidad
Ingredientes para decorar:
* almendras fileadas
* almendras enteras
* unas cucharaditas de mermelada de albaricoque o melocotón
* una cucharada de agua
En primer lugar preparamos el queso ricotta siguiendo los mismos pasos que en la receta del «Arrollado piamontés».
Recordad que como se necesitan unas cuantas horas para que el queso drene todo el líquido, conviene dejarlo listo el día antes.
Para preparar la masa, mezclamos la mantequilla cortado en cubitos y el azúcar o tagatosa:
Añadimos las yemas, una pizca de semillas de vainilla y todo el ricotta que hayamos obtenido.
Lo mezclamos todo bien con ayuda de unas varillas:
Agregamos la harina, poco a poco (mezclada con la levadura química) y la almendra molida:
Trabajamos la masa con una espátula, unas varillas de amasar pan o con las manos, hasta que se compacte completamente:
Cortamos la masa en dos porciones, las envolvemos con plástico film y las guardamos en la nevera durante 1 hora mínimo:
Una vez la masa se haya enfriado y está firme, retiramos una de las porciones y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta obtener una lámina de unos 5mm de grosor.
Utilizando un cortapastas, recortamos las galletas:
Disponemos las galletitas sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulforizado y las pintamos con un poquito de mermelada rebajada en agua:
Espolvoreamos algunas con almendras fileteadas y colocamos en otras un par de almendras enteras crudas:
Volvemos a darles unas pinceladas de mermelada:
Las introducimos en la nevera unos 10-15 minutos para que la masa esté fría y no pierdan la forma al hornearlas.
Por último, introducimos la bandeja en el horno, precalentado a 200ºC, durante unos 10-12 minutos, o hasta que comiencen a dorarse.
Las retiramos, las colocamos sobre una rejilla y dejamos que se enfríen por completo.
La receta original indica pintar las galletas con clara de huevo y espolvorearlas con azúcar, pero por si no lo habías notado antes, yo suelo untarlo casi todo con mermelada…
Atrevéos a hacer las variaciones que os gusten, utilizando nueces de macadamia o pistachos triturados para decorar las galletas. También podéis emplear la mermelada como relleno y hacer bocadillos de galletas.
Y todo sin mala conciencia ni cálculos matemáticos…
Sé que últimamente estoy muy entregada al dulce y que alguno echará de menos recetas saladas, pero es que el verano es la temporada de las frutas, y las frutas llaman a hacer tartas y pasteles. Vale, no es excusa, es mi naturaleza golosa, lo sé.
Todavía quedan un par de recetas de helados, pero ya habrá tiempo más adelante para volver a los platos contundentes (os anticipo que en septiembre nos espera alguna pizza y una buenísima receta de arroz)
Tiempo: 1 hora (refrigerado) + 30 minutos (preparación) + 10 minutos (horneado)
Dificultad: media
Que pinta tan buena, Helena! Me encanta que lleven queso, seguro que les da un punto jugoso muy rico.
biquiños
Son estupendas!!! Me encantan que sean más ligeritas y la posibilidad de hacer nuestro propio queso. Además, quedan preciosas, tienen un toque muy british que las hacen ideales para un te a media tarde y para cualquier celebración.
Me guardo la receta 😀
Besos
leyéndote me han entrado unas ganas de irme a la cocina y hacerlas. Lastima que no tengo queso ricotta pero lo anoto para la próxima visita al súper.
Me encantan tus fotografías. Un beso
No hay excusas, Esther: ¡anímate a hacer el ricotta casero! es más fácil de lo que aparenta, y ver cómo la nata se cuaja delante de tus narices parece magia 😉
Un besote
Si apareces con galletas, helados, arroz o pizza… bienvenido sea todo Helena. Es cierto que en verano apetece más cocinar con fruta, y si es con pocas calorías mejor! 😉
Unas fotos preciosas!
Besos
Pues a mi también me encantan as galletas pero precisamente no consumo tantas como quisiera por el número de calorías!! con estas se peca menos ¿no? desde luego apuntadas quedan.
Un besito
Angi
Ayyy, qué buenas!! Buf, el remordimiento es lo peor así que estas galletas son una solución (casi) perfecta, jeje.
ostras que ricas!!!!!!!!!!! las quiero hacer y probar!!!!! quiero!!!!!
Las galletas de «10», pero la receta de la ricotta fantástica, no sabía que se podía hacer en casa, es una idea estupenda, gracias. Un beso
La perfección hecha galleta!!, divinas…absolutamente divinas.
Un besote
Buenísimas!!
Las hice hoy pero con coco en vez de almendra, lo único, cuando empecé a darle a la masa con el rodillo se empezó a resquebrajar la masa un poquito, por que podría ser? Metí la masa en la nevera dos horitas, será por eso?
Gracias!!
Hola Zah,
Se me ocurren 2 explicaciones:
Que la masa haya estado demasiado en la nevera (¿no estaba dura como una piedra de cantera cuando la sacaste??)
O que al eliminar la almendra de la ecuación, la masa no haya quedado tan ligada. La almendra contiene grasa, una especie de aceite (lo notas más si mueles tú misma la almendra cruda entera en un molinillo) que ayuda a compactar el resto de ingredientes. Quizá el coco se comporta de otra manera, y «desgrana» en lugar de compactar.
Otra vez (si te animas a volver a hacerlas) yo probaría a refrigerarlas entre 45 minutos-1 hora y sustituiría 50gr harina por coco, manteniendo la misma cantidad de almendra. Te digo 50gr como guía, porque me parece que con sólo 20gr sabrán muy poquito a coco, no?
Ya verás como al final sale una receta nueva estupenda 😉
Ánimo y gracias a ti!
Gracias por la respuesta!!
Durísima durísima no estaba! Va a ser la almendra…justo ayer compré una bolsa así que me olvidaré del coco y seguiré la receta tuya al pie de la letra! No había pensado en lo de la grasa y tienes razón pq la almendra es como más húmeda.
Ya te contaré como salen…las otras se comieron bastante bien de todas formas
Hola!!!
Solo decirte, hoy las hice siguiendo tu receta al pie de la letra solo q sustitui el ricota por requesón…. deliciosas!!!!! Quedaron bien bonitas también ^_^