La masa-base clásica para galletas es la de mantequilla. Es de esas recetas que conviene tener siempre a mano porque no tiene complicación y sale deliciosa. Sólo hay que ser rápido trabajando la masa para evitar que se caliente y se nos deshaga.
Las galletitas de mantequilla son probablemente las que más me gustan: admiten infinidad de coberturas (filigranas de chocolate, guindas, frutos secos…), aromas (anís, limón, naranja…) y formas, ya que la pasta es muy moldeable y podemos impresionarla con rodillos grabados (para hacer un shortbread decorado) o recortar figuritas con cortapastas.
Esta vez me ha apetecido rellenarlas de mermelada de fresa a modo de galletas-sandwich:
La mermelada les da un sabor muy dulce, un bonito color y una textura mucho más jugosa.
Además, es un truco perfecto para comerlas de 2 en 2…
Utilicé solamente 2 yemas porque al emplear sacarina líquida la masa quedó suficientemente húmeda. Si usáis azúcar o algún endulzante en polvo quizá necesitéis añadir los huevos enteros. Mi consejo es que probéis primero con las yemas y, si se reseca demasiado pronto al ir tamizando la harina, incorporéis también las claras.
Como veréis, la base de la receta es muy similar a la de una masa salada para quiches, pero en versión dulce.
Ingredientes (para unas 25 galletas dobles):
* 300 gr mantequilla en pomada troceada
* una pizca de sal
* 2 yemas de huevo
* ralladura de piel de limón o naranja
* 1 cucharada sopera de sacarina líquida (ó 200 gr azúcar)
* 400 gr harina
* mermelada al gusto (yo utilicé «Helios» sin azúcar ni fructosa)
* clara de huevo (para pintar)
Para preparar la masa de las galletas, comenzamos batiendo la mantequilla en pomada con las yemas de huevo, el azúcar o sacarina y la ralladura de limón o naranja:
Incorporamos la harina tamizada, poco a poco, con ayuda de un colador, y continuamos batiendo con las varillas eléctricas:
Cuando la masa comience a espesar, continuamos mezclando la harina con una espátula:
Amasamos un poco con las manos (no demasiado) y formamos una bola compacta que dejamos reposar en la nevera 1 hora como mínimo.
Una vez la masa esté fría y ligeramente dura, la cortamos en 4 pedazos y los vamos trabajando de uno en uno, dejando el resto de porciones en la nevera para evitar que se calienten.
Con ayuda de un cortapastas recortamos las formas deseadas. Yo empleé un cortapastas cuadrado de 5cm de ancho.
La masa que sobra de los recortes la volvemos a estirar con el rodillo para reutilizarla.
Repartimos un poquito de mermelada en la mitad de las bases de galleta:
Y las cerramos con la otra mitad, apretando ligeramente los bordes con los dedos y retirando la mermelada que sobresalga.
Podemos decorarlas pinchándolas con un tenedor o practicando pequeñas incisiones diagonales con un cuchillo:
Por último, las pintamos con clara de huevo:
Lo ideal es que la masa esté lo más fría posible al introducirla en el horno, para que no se resquebraje, de modo que si estáis haciendo las galletas a tandas, guardadlas en la nevera hasta que las horneéis.
Lo mismo ocurre con la masa que estéis trabajando: si notáis que los restos de los recortes están calientes y empiezan a deshacerse, guardadlos en la nevera y trabajad mientras tanto con otra porción.
Introducimos las galletas en el horno a 220ºC y a media altura, durante unos 15 minutos o hasta que estén doradas.
Las dejamos templar unos minutos en la bandeja del horno (si las manipulamos en caliente se nos pueden romper) y las pasamos con cuidado a una rejilla para que se enfríen completamente.
Y ya las podéis degustar: ¡dulces y jugosas!
Como todas las galletitas de mantequilla, son perfectas para acompañar un té o un café. Tienen una textura un tanto arenosa y frágil, pero muy suave y nada empalagosa.
La verdad es que cuesta muuuuucho dejar de picar…
Podéis emplear la mermelada que más os guste, aunque por contrastes de color la más resultona es la de fresa, moras o frutos silvestres.
La única pega que les veo es la cantidad de mantequilla que contiene la receta, así es que no conviene abusar.
Haced como yo: sacadles una foto para contemplarlas con cariño cada vez que tengáis un antojo…
Tiempo aproximado: 1 hora (reposo) + 15 minutos (horneado)
Dificultad: media
Te han quedado preciosas. Y que deliciosas son estas galletitas de mantequilla. Son las que más me gustan con la incorporación de distintos aditivos tienes una gran variedad. Las fotos preciosas entran por los ojos.
Besotes
Se ven delicadas y sin duda que deliciosas.
Desconocía el truco de utilizar sólo las yemas con sacariná líquida. Tomo nota para probarlas.
Saludos,
Raquel
Se ven deliciosas!, que ganas de comer un bocadillo ahora. Muy lindas las fotos.
Un beso.
Jo vull un d’aquests paquetets tan monos… me l’envies porfa? Quina pinta!!!
Petonets
Sandra
mmm han de ser boníssims aquests entrepans dolços! els provaré de fer 😉
Petons!
Me han encantado estas galletas y sobre todo el truco: comerlas de 2 en 2¡ Ja,ja¡¡ Unas fotos súper preciosas de verdad, me encanta tu blog, gracias, besos
Helenaa! pero qué delíciaa! te han quedado impresionantes con ese impecable lazo! Me has leído el pensamiento con lo de impresionar las galletas, justo tengo un post preparado! 🙂
Un besote!
Gracias Bibi, ¡qué ganas de leer ese post! 😉
+ Besotes
Ohhhh Helena. Quina pinta més exquisida tenen aquests entrepanets de galetes. Em menjaria uns quants. Llàstima estar immersa en plena operació bikini. Je,je
WOWWW!! que buenas. También son mis preferidas, pero pensé que el relleno iría después de hornearlas….me chiflan!!
Madre mía te acabo de descubrir y me encanta!!!mi marido va ha flipar con tus recetas gracias bs
Les galetes amb mantega i melmelada m’encanten així que aquestes «tot en un» també.
Petons.
Uf! Quina delícia! I la melmelada li dóna un toc fantàstic, i segur que un sabor espectacular. Amb el llacet són ideals per a regalar! Petons
Que envídia me da ver esas galletas porque casi nunca hago, que no tengo paciencia! Y tambien que cuando la tengo me encuentro con mogollón de galletas que no debo comer…. me conformaré con ver las tuyas! Besos
Qué bocadillos de galletas más deliciosos 🙂 Y presentados así…..
¡Qué buena pinta! Y, desde luego, me parece estupendo el truco de juntarlas para comerlas a pares, jeje.
delicious little cookies
have a nice day
virginie